martes, 24 de marzo de 2015

Raquel Martínez Bartolomé nos recomienda una lectura

Nuestra inquieta alumna de 4º ESO B, Raquel Martínez Bartolomé, nos ofrece su crítica acerca de la novela Soledades de Ana, del afamado autor de literatura juvenil Jordi Sierra i Fabra. Esta obra, que pertenece a la colección Algar Joven (Alcira, editorial Algar, 2005) la podéis encontrar en el departamento de Lengua del instituto. ¡Ojo! Raquel, en su análisis y comentarios, destripa el final. Así que, atención con el aviso de "spoiler".



La trama del libro que he leído relata la historia de Victoria por encontrar la razón y el sentido de la muerte de su hermana Ana al quedarse embarazada en plena adolescencia.

Bajo mi punto de vista el relato me ha gustado bastante, porque denuncia una realidad que pasa con la mayoría de las adolescentes que se quedan embarazadas tan pronto, sin medios ni recursos para seguir adelante: solo la ayuda de los padres, y a veces por circunstancias, ni siquiera eso.

Es frecuente que a pesar de la protección de los padres ante la inmadurez de las chicas y chicos adolescentes, estos no tomen las medidas preventivas adecuadas, que es lo que a Ana le ocurre.

El libro, para mi gusto, es tan trágico como interesante: no solo denuncia varios aspectos sobre el embarazo en adolescentes sino que detalla varios factores de la sociedad, que influyen y que no facilitaron en su momento las cosas a Ana, como puede ocurrirle a cualquier chica.

¿De quién fue la culpa? De ella por no tomar medidas, de sus padres por proteger y prohibir en vez de aconsejar, del farmacéutico que no le vendió protección, de la médica que no quiso darle la pastilla del día después, o de la propia hermana por no estar a su lado en la edad más difícil……en mi opinión dando respuestas a estas preguntas, aún no sabría cuál elegir de ellas; lo que tengo claro es que en todos los casos que ocurren estas situaciones, no solo la culpa es de ambos adolescentes sino incluso de personas de tu propio ambiente.

(Aquí comienza el spoiler. Sáltate esta parte si no quieres saber el final)

Personalmente, hubiera elegido otro final para el libro donde en vez de que Victoria se fuera a Londres de nuevo, en su posición yo no me hubiera conformado con investigar y averiguar la verdad, al saber los posibles culpables de dicho embarazo y aborto. Estoy segura de que habría denunciado esto sin dudarlo y habría hecho lo posible porque se hiciera justicia con mi hermana.

Mi conclusión es que la educación sexual debería ser prioritaria a cierta edad para evitar precisamente lo denunciado en el libro, y lo recomiendo sobre todo a personas que se encuentran en la etapa de la adolescencia.

Raquel Martínez Bartolomé (4º ESO B)